Si bien, por un lado, los sujetos en estado de vulnerabilidad (menores) están en condiciones de formarse un juicio propio y expresar sus opiniones libremente en todo proceso en el que estén inmersos, ya sea en forma directa o a través de sus representantes legales, y por otro lado, conforme jurisprudencia de la Corte Suprema son seres todavía inacabados y en proceso de formación de valores y normas que hacen a la convivencia pacífica de una sociedad democrática, el juzgado o tribunal debe tomar recaudos especiales, y uno de ellos debe ser que el abogado propuesto no pertenezca a la órbita de alguno de sus padres, como modo de asegurar el desempeo autónomo de aquél a fin que la expresión del NNyA sea verdaderamente genuina y no una reproducción de la opinión del padre o de la madre, para asegurar la defensa con las características indicadas.